Si…. Una más…y van…. Aun corriendo el riesgo de repetirme y aburrir al personal, voy a hablar de otra película de cámara subjetiva y fantasmas cabreados. Ya sabes lo que te vas a encontrar, puedes dejar de leer en el momento que quieras. Pero aquí un servidor no lo puede evitar… me gusta este subgénero, aunque muchas veces tenga que tragarme bodrios.
Pues bien, grupo de personas grabando en un hospital psiquiátrico abandonado durante una noche. Por supuesto se quedan atrapados dentro y por supuesto los espíritus de los pacientes y demás personal de hospital no tardarán en acecharlos hasta el final de la película. ¿Novedades? Pues pocas…. En este caso los personajes van a grabar un programa de televisión, y este aspecto de telerrealidad nos regala algunos momentos graciosos y mínimamente inesperados. También es verdad que se aprecia un presupuesto más elevado de lo habitual, con lo cual las apariciones y las muertes son bastante efectivas, destacando 2 escenas con capacidad para hacerte saltar del asiento. Es digno de destacar el ritmo de la película, tardando tan solo 30 minutos en empezar la acción pura y dura, y que en todo momento podamos ver con bastante claridad lo que está pasando, a pesar de la oscuridad y de la inevitable “visión nocturna”.
Hasta aquí todo bien…si a la enésima peli de este tipo, le sumamos estos aspectos positivos, nos quedaría un buen entretenimiento para un viernes por la noche….pero claro, los aspectos negativos también están presentes… El principal, que no es culpa de la película en sí, es un mal que sufren muchas películas de terror: prácticamente todos los sustos se enseñan en el tráiler… las mentes creadoras pensarán “si no enseñamos todos los sustos guays en el tráiler, a la gente no le va a interesar verla porque ya hay 300 películas iguales… así que vamos a destripar lo más interesante…” Una pena. (Cuelgo un trailer alternativo que es un poco más respetuoso con la película).
Relacionado y causado en parte por lo comentado anteriormente, nos encontramos con que la mayoría de las escenas “impactantes” están bien confeccionadas y ejecutadas, pero no impactan tanto.
Los personajes son los de siempre: el presentador escéptico que lo hace todo por dinero, el “médium”, los peleles que solo aparecen en escena para poder morir violentamente… nada nuevo bajo el sol.
El desenlace recuerda a REC, pero en este caso no juega a su favor.
Enganchará a los seguidores de este subgénero y a los que a estas alturas, hayan visto pocas películas de este tipo.
6/10