He tardado bastante en ver esta película... Consecuencia: Al tener la oportunidad de leer sobre ella, el factor sorpresa se reduce. La parte positiva es mi falta de expectativas. Resumen: ni me impresionó ni me espantó, simplemente me dejó un poco frío…
Es obvio que Guillen Morales está influenciado por el giallo, aunque el insista en que no es ningún homenaje a clásicos como Rojo Oscuro o Suspiria. La fotografía (muy cuidada), la cámara subjetiva, el asesino misterioso, algún asesinato en primer plano…son algunas señas de identidad de este maravilloso género (actualmente de capa caída) y, precisamente son lo mejor de esta película. También parece estar influenciada, más en el contenido que en la forma, por una interesante película protagonizada por Mia Farrow en 1971, Terror Ciego.
La película empieza con fuerza. Acompañamos al personaje interpretado por Belén Rueda en sus idas y venidas mientras investiga quien pudo matar a su hermana. A su vez, el asesino la persigue a ella. Y para colmo, el tiempo se le agota porque se está quedando ciega…Todo muy misterioso, intrigante…pero llega el momento de conocer la identidad del asesino (demasiado pronto) y la película pierde fuerza e interés de una manera importante. Guillem se ha molestado mucho en hacernos creer que el “enigma es muy enigmático”, y el desenlace no está a la altura.
A esto hay que sumarle que el asesino está sobreactuado, ¿por qué todos los asesinos tienen que poner esa cara de locos al final de las películas, cuando durante el resto del metraje se han comportado como personas normales? También nos encontramos con alguna escena edulcorada que no viene a nada y con situaciones efectivas pero un poco manidas (el momento flash de cámara que hace que veamos imágenes intermitentes, visto en Tokio Snuff, La Casa Muda, Saw…)
Los Ojos de Julia forma parte de un nutrido grupo de películas que empiezan bien, pero que se van deshinflando a medida que avanza la historia. ¿Debemos condenarlas por esto? Prefiero intentar apreciar sus aspectos positivos.
5,5/10
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