En 2002 fui al cine a ver Cabin Fever, primera película de Eli Roth (antes de hacerse famoso con Hostel). No la he vuelto a ver, entre otras cosas porque en su momento no me pareció ninguna maravilla. Eso sí, recuerdo momentos muy desagradables e incómodos.
La segunda parte llegó 7 años más tarde y yo he tardado 2 años en verla. Bueno, pues qué me he encontrado…una película innecesaria que no cambiará la forma de hacer cine de terror…
Si en la primera parte la acción transcurría en una cabaña en medio del bosque, ahora nos trasladamos al instituto, con baile de graduación incluido. Y, si la primera parte intentaba transmitir tensión y “mal rollo”, esta segunda opta por la comedia de instituto con poca gracia. Hay gore y sangre, sí, pero no va a escandalizar a nadie, ya que toda la película es una broma sin mucho sentido. Quizás la opción de Ti West de no tomarse la película en serio sea acertada, ya que con este guion no se podría hacer mucho más.
Lo mejor de la película, el streaptease final…
Lo peor, todo lo demás…pero me produjo especial rechazo el chico gordo y “simpático” cuyo único objetivo en la vida es adorar y admirar al personaje protagonista (una película teen americana no sería lo mismo sin este tipo de personajes).
Me parece increíble que un director capaz de dirigir un engendro como este, haya realizado ese mismo año The House of the Devil, película que a mí personalmente me encanta y que en algún momento comentaré en este blog.
3/10
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