Fui a ver Caperucita Roja con bastantes prejuicios. No me gustó Crepúsculo y pensaba que sería algo por el estilo. Y bueno, se nota que es de la misma directora pero me entretuvo más de lo que me esperaba.
Obviamente la historia es una adaptación bastante libre del cuento de Caperucita, y, a partir de la primera aparición del lobo todo gira en torno a ¿quien es el causante de todo el lio? Muchos sospechosos y un solo culpable , el que menos te esperas...o no. Reconozco que soy fácil de sorprender, y nunca me molesto en intentar saber quien es el asesino. Así que, en este caso tampoco lo adiviné.
Me da bastante grima la caracterización de los personajes (la abuela hippie!!!) y algunas escenas son un poco ridículas (ese baile...), pero también hay momentos con fuerza como el primer ataque del lobo a la aldea (a partir de este ataque la película arranca, porque hasta ese momento me estaba pareciendo un coñazo.)
La inevitable historia de amor no es tan insoportable como me podía esperar...y, aunque contentará a las adolescentes, no lo hará tanto como Crepúsculo porque el protagonista masculino no es ni muy atractivo ni tiene mucho carisma. Lo mejor de la película, con diferencia, es Amanda Seyfried y su capa roja, que combina muy bien con el color blanco de la nieve.
La fotografía y la estética de videoclip son similares a las de Crepúsculo, para bien y para mal. Poco más que decir de una película que puede estar bien para ver un sábado por la tarde en buena compañía.
5,5/10
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